Algo para meditar en esta Semana SANTA
Pensando
y asimilando el aplazamiento de nuestro cursillo Nº 67 de varones
llegamos a la conclusión que La gracia de Dios suple todas nuestras
carencias. Dios no nos trata como nos merecemos, sino que El es fiel y
justo con nosotros, aplicándonos su misericordia y perdón. A veces Dios
nos manda tiempos de especial bendición, donde parece que su Gloria y
Presencia se nos acercan sobrenaturalmente y nos renuevan desde dentro,
estos tiempos especiales los vivimos comunitariamente cuando tenemos la
dicha de celebrar un cursillo que ha estado preparado con cariño y amor cristiano . Otras veces, como la que nos toca enfrentar hoy, en este tiempo de
aplazamiento de nuestro cursillo ,quizás Dios pretende que nos hagamos
fuertes en lo interior, aplicándonos a nosotros mismos un estilo de vida
disciplinada conforme a su enseñanza. Al fin de cuentas los que no
hemos dado la talla somos nosotros mismos, y para que aprendamos a ajustarnos más a lo que Dios pretende de nosotros, debemos analizar cuál ha sido nuestro aporte en este trabajo comunitario o mejor dicho como he cumplido yo como cursillista mi compromiso asumido, hoy
es tiempo de preguntarnos lo que nosotros mismos aspiramos a ser, ya
sea como persona, como cursillista, como cristiano en general , al final
tendremos que ser nosotros los que vivamos nuestras vidas conforme a
los valores que tanto hemos admirado de Jesús. Dios nos puede «salvar».
Nos puede dar su Espíritu Santo. Nos puede hacer vivir momentos de
intensa comunión con él. Nos puede liberar de la pereza, de la falta de compromiso en la misión de nuestras propias ataduras, pero al final a los que nos toca darle vida al precursillo y vivir vidas cristianas es a nosotros. Esto no es excepcional, ni heroico, ni sobrehumano, ni imposible. Es lo normal. Nunca olvidemos que “JESUS NOS NECESITA HOY Y SIEMPRE “ ¡ DE COLORES!. (Alfredo Guerra)